BLACKY, CUANTO TE EXTRAÑO

Ayer 15 de octubre de 2012 a las 8:15 horas p.m. se fue mi adorada mascota, mi fiel y verdadero amigo, mi bebe, mi perrito, mi pequeñín, mi Blacky. El 25 de septiembre se puso muy malito y el día 2 de octubre nos confirmaron que no había... vuelta atrás, que tenía los pulmones encharcados y con un tumor que le impedía respirar, irreversible y sin ninguna solución, que le diéramos la mejor calidad de vida dentro de sus posibilidades el tiempo que le quedaba. Y así lo hemos hecho. El día 11 de octubre tuvo un empeoramiento importante, dejando de comer e incluso de beber. Intentamos por todos los medios que mejorara, hablamos con la veterinario de guardia que nos aumento la medicación que nosotros le inyectábamos, pero no mejoró. Ayer 15 de octubre, le llevaron a la consulta esperando oír lo que casi estábamos convencidos que no existía, pero deseábamos que hubiera alguna solución para que mejoraran los síntomas que tenía en los últimos días, o bien modificando el tratamiento o cualquier otra cosa y nos lo pudiéramos traer nuevamente a casa y así disfrutar otro poquito tiempo de su compañía. Pero no fue así, la veterinario nos dijo que su enfermedad avanzaba y que lo que le estaba pasando era el proceso esperado en esta tremenda enfermedad que ha tenido la desgracia de padecer. Inclusive la medicación tan fuerte que le estábamos poniendo ya le estaba haciendo daño al estómago y que le había producido una gastritis, sin descartar que tuviera ya otros órganos afectados. Por lo que recomendaba que se tomara una decisión, sino mi tesoro estaría sufriendo. Y por no seguir con su agonía se tomo la decisión más difícil que se podía tomar, que había llegado el momento que le dejáramos partir.
Pero no estuviste solo, allí contigo estaban tu familia, tu papi, tus hermanos y tu abuelo, que te estuvieron acariciando, diciéndote lo buen perro que has sido, diciéndote lo que te vamos a echar de menos, que se nos rompe el corazón de dolor, de decirte que nos perdonaras, pero que era lo mejor para ti, que ya no sufrirás más, no han querido dejarte solo en este trance tan duro. Yo fui una cobarde, no te acompañe a esa consulta, me suponía que era una de las cosas que podía pasar y no lo soportaba. Ahora mismo estoy en estado de shock, no me lo creo , no me lo puedo creer…. Lloro sin parar y me da miedo el como será la vida sin mi Blacky, no me la imagino.
Sólo hemos recibido cariño de tu parte, te hemos llegado a ver reír de auténtica felicidad. Sé que esa felicidad te la hemos dado nosotros y sé que hicimos lo correcto, pero el dolor que tenemos es porque ya no te veo en el pasillo de casa, es porque no te veo en tu mantita, en los huecos que tú te buscabas por toda la casa, o durmiendo en mi habitación, es porque ya no puedo agacharme para acariciarte unos segundos y decirte que estoy aquí, es sencillamente porque ya no puedo llevar la vista a dónde tu estabas, y mirarte en silencio, sabiendo que estabas muy enfermito y que el final estaba cerca, pero estabas. Fuiste mi mejor amigo, compañero, aliado, el perrito mas noble del mundo, el más bueno, cariñoso, no sé si puedo resistir el dolor que estoy sintiendo. Si salgo al parque te veo, donde olías, donde orinabas, donde corrías, si estoy en casa te siento, te veo, pero no estas y esto me produce una angustia espantosa,
Viniste a casa cuando sólo tenías 17 días, yo te daba de comer cada 3 horas como a un bebé, te arrullaba en mi regazo porque te ponías a temblar. Eras tan pequeñín que me sobraba mano para cogerte. La primera imagen tuya es cuando te trajeron a casa dentro de una cajita de zapatos y arropadito con una gamuza. Que preciosidad. Y como te ganaste a Rafa que en principio no quería perros, metiéndote en sus zapatillas y no dejándole de seguir cuando aún no sabias casi ni andar A todos nos quisiste mucho, pero para ti él fue el más especial. Te lo ganaste bien e hicisteis un buen equipo y hasta tu último aliento estuvo a tu lado.
He llegado a la conclusión de que el ser humano está incompleto, hasta que no conocen el verdadero amor y fidelidad de un perrito. Mientras más te quería, más humana me sentía. Porque pude comprender que tú, Blacky, eras ese ser especial para el que no era importante a qué me dedicara o si era guapa o fea, o si tenía más o menos, me querías a mí tal cual, para ti yo era perfecta. Cada vez que llegaba a casa, todo se volvía una fiesta con tu recibimiento. Tú enjuagaste mis lágrimas, iluminaste mis momentos de soledad y seguías mis pasos, aún cuando yo no sabía hacia dónde iba. Tu nos lo diste todo sin pedir nada a cambio.
En este momento, siento que aquellos que no entienden mi llanto, no saben lo que se pierden, porque sé que ellos no han podido disfrutar de un amor tan intenso, tan fiel e incondicional como puede ofrecerte un amigo como este. Poco me importa los que puedan opinar que total “solo era un perro” y no puedan comprender el inmenso dolor que en estos momentos estoy sintiendo, porque cuidar y dar amor a un animal es uno de los actos de amor más grande que puede hacer un ser humano… y ellos a cambio nos dan fidelidad, compañía, entrega, ese amor incondicional que no encontramos en otras personas. .
Me queda el consuelo que te cuidamos y amamos cada día de tu vida y sé que lo sabías, siempre fuiste muy feliz, constantemente nos dabas tu amor y nosotros a ti. Hoy una parte de mi se siente vacía, que duele. No se puede estar preparada nunca para perder a un ser tan especial e importante como has sido tú. Mi insustituible perrito ya extraño mucho tus besos, tus abrazos, tu mirada.... me siento muy mal. Contigo se me fue una parte de mi misma sólo me queda el recuerdo hermoso del tiempo que me hiciste tan feliz. Cómo una cosa tan pequeña como tu puede dar tanto amor, has dejado un agujero tan grande que hoy la casa está vacía sin ti, ya no es la misma, el silencio retumba por toda ella. Sé que ahora eres libre, que ya dejaste el dolor y el malestar y yo te sigo aquí queriendo con toda el alma y llorando tu ausencia.
Leí hace tiempo una carta sobre donde van nuestros queridos animalitos y nos esperan en un puente que hay entre el Paraíso y la Tierra, y se llama Puente del Arco Iris. Blacky nos has enseñado muchas cosas en esta vida, has sido un maestro fabuloso, nos has enseñado tu buen humor, tu nobleza, tu paciencia, hasta el último día de tu vida, hasta has sido un excelente paciente dejándote poner la vía para dejarte marchar. Sé que algún día nos vamos a volver a encontrar, mi fiel compañero, mi amigo del alma, mi bebé, mi luz, si supieras cuanta alegría te llevaste contigo y a la vez cuanto amor dejaste. Por todo lo que has hecho GRACIAS, GRACIAS Y MUCHAS GRACIAS. Desde ayer 15 de octubre de 2012 hay una estrella más en el cielo que algún día vamos a alcanzar. Te queremos y siempre vas a estar con nosotros. NO ES UN ADIOS, ES UN HASTA SIEMPRE.

Hay un puente que queda entre el Paraíso y la Tierra , y se llama Puente de Arco Iris.
Cuando un animal que ha sido especialmente amado por alguien aquí en la Tierra muere, entonces va al Puente del Arco Iris. Allí hay valles y colinas para todos nuestros amigos especiales, para que ellos puedan correr y jugar juntos. Hay mucha comida, agua y sol, y nuestros amigos se encuentran cómodos y al abrigo.
Todos los animales que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor, aquellos que fueron heridos o mutilados recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como los recordamos en nuestros sueños de días y tiempos pasados. Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás.
Todos corren y juegan juntos, pero llega un día en que uno de ellos se detiene de repente y mira a la lejanía. Sus brillantes ojos se ponen atentos; su impaciente cuerpo se estremece y vibra. De repente se aleja corriendo del grupo, volando sobre la verde hierba, moviendo sus patas cada vez más y más rápido.
Tú has sido avistado, y cuando tú y tu amigo especial finalmente se encuentran, los dos se abrazan en un maravilloso reencuentro, para nunca separarse de nuevo. Una lluvia de besos cae sobre tu rostro; tus manos acarician nuevamente la cabeza amada, y puedes mirar nuevamente a los confiados ojos de tu mascota, tanto tiempo apartada de tu vida, pero nunca ausente de tu CORAZÓN .
Entonces los dos cruzan el Puente del Arco Iris juntos.
Han pasado ya 4 meses y para mi sigue siendo ayer cuando te perdí. La pena sigue como el primer día. Cuanto te extraño. Para aliviar todo este dolor, Héctor, tu hermano, me ha regalado un nuevo compañero, para que pueda aliviar un poco este gran penar, pero aunque es precioso, y seguro que llegará a ocupar un lugar tan importante como tú lo tienes, tu siempre estarás comnigo. Te quiero Blacky, hoy y siempre.