Historia del Terrier Tibetano

Una antigua raza de la cima del mundo !

En el lejano Tibet estos pequeños y muy peludos perros eran considerados portadores de buena fortuna y capaces de crear harmonía, paz en su entorno. Antiguamente eran obsequiados como preciosos regalos.
Injustamente llevan el nombre terrier ya que se asemejan más a los pastores. Su inteligencia se mezcla con tenacidad formando así su temperamento alegre, vivaz , un cariñoso payaso.

Día a día crece el campo de amantes de esta raza. Los criadores de muchos paises miran esto con cierta preocupación ya que hasta ahora este pastor de larga melena ha conseguido mantener su personalidad , forma original y su linaje puro no se ha degenerado. Sin embargo por su atractiva apariencia, su tamaño ideal podrá convertirse en un perro de „moda"

Su historia

La historia del Terrier Tibetano se remonta a épocas muy lejanas. Se sabe con seguridad que hace ya 2500 años, en la meseta tibetana, existían perros muy similares. En los años 800 a.c. , mencionaban a los „Apso”, perros pequeños con mucho pelo.

Los pastores nómadas no prestaban atención a la cría, vivían juntos perros de diferente color, tamaño, aspecto.
En la historia del T.T., tuvo papel significante el budhismo. Creyendo en la reencarnación estaba prohibido sacrificar o vender cualquier tipo de animal.
Por esto a los perros tampoco se les podía vender, únicamente regalar.
Según las crónicas de la dinastía china Tang, al dar un obsequio se demuestran las intenciones pacíficas y benévolas.
Así estos perros eran llamados portadores de buena suerte, eran preciosos regalos para los visitantes de los monasterios, para acompañarlos y traerles suerte en los largos y duros viajes de regreso.
De cronistas posteriores se sabe que los lamas intercambiaban los perros con los pastores. Los nómadas entregaban al monasterio los perros pequeños blancos o dorados y los monjes a cambio de alimentos daban a los pastores sus apsos más grandes.

Entre los monasterios también hubo intercambio, generalmente de los ejemplares machos. Por un lado como ofrenda de respeto, por otro para refrescar la sangre del linaje.

Marco Polo fué el primero quién trajo a Európa la noticia de los perros dorados que había visto en Tibet, comparándolos con los leones del Khan.

Sólo a principios del s.XX., hizo su aparición en el viejo continente el despeinado pastor.

Sir Lionel Jacob definió el primer standard para el Lhasa Terrier en el año 1901. Unos años más tarde la Dra. Agnes Grieg fundó el primer kennel de TT-s. Había recibido su
primer ejemplar cuando trabajaba como directora en un hospital de la India. Atendió la esposa de un rico comerciante y como muestra de su gratitud por la exitosa intervención quirúrgica, le regalaron Bunti, una perrita de color miel.
En 1930 la Dra. Grieg regresó a Inglaterra y con otros perros traídos de India empezó la cría. Su kennel llevó el nombre Landok que luego modificó a Lamleh.
En 1934 el Kennel Club encargó a la Asociación de Razas Tibetanas de elaborar los dos standards para separar y definir como dos razas distintas el Lhasa Apso y el Terrier Tibetano.
Hoy en día los T.T.-s son nobles, amenos perros de compañía. Por su carácter alegre, juguetón nunca conflictivo pueden ser ideales compañeros para niños o adultos .
Se adaptan con facilidad al estilo de vida y costumbres de su dueño. Por su estrecha relación a su familia no les gusta pasar largo tiempo solos, pero su capacidad de adaptarse a diferentes situaciones nos permite llevarlo a casi todos los sitios. Por su temperamento e inteligencia son también ideales para el dog-dancing, agility, o cualquier otro deporte canino. Muchos de ellos participan en programas especiales de terapias infantiles u hospitales.
Nunca será un perro sumiso y lo más importante es ser consecuentes en su educación.
Paciencia, comprensión y el saber comunicar con ellos son necesarios, ya que se trata de un perro originalmente „trabajador”. Es importante dejarlo participar y darle diferentes tareas que él con gran alegría cumplirá para su familia.
Aprende rápido y con ganas diferentes trucos, comportándose a veces como un verdadero payaso, nos hace reir con su mímica, con la gracia de sus movimientos, con la mirada de sus ojos grandes y redondos. Es una mirada peligrosa, fácilmente llegamos a ser víctimas enamoradas de su encanto, y esto le concede un lugar privilegiado en la jerarquía de la familia

Como herencia de sus ancestros de las montañas tibetanas, tienen una notable capacidad de saltar, correr por abruptos terrenos con un increíble equilibrio. Se recomienda construir cercas altas en los jardinesJ
Una de sus ocupaciones favoritas es hacer de guardian en su casa o jardín, avisando a sus dueños de cualquier suceso desconocido, ruido extraño a su alrededor. Este valiente osito nunca es agresivo o violento, no ladra sin razón, en casa es tranquilo y bien equilibrado.
El antiguo pastor es muy amistoso con otros perros y animales, con gran curiosidad, -pero al principio algo desconfiado-, se acerca a todo y a todos que le interesan.
Sin embargo todos tienen su propia personalidad y gustos. Así por ejemplo en días húmedos, a algunos no les importa la lluvia, los charcos, otros dan media vuelta y prefieren no salir de casa para no mojarse.
Su precioso manto le da una elegancia única, acostumbrándolos desde pequeños su cuidado se hace fácil con un buen cepillo y peine formará parte de la rutina cotidiana.